13.8.08

Pingyao

Desde Taihuai me tome un bus de cuatro horas y media hasta Taiyuan, una de las ciudades mas importantes de la region donde por suerte no me quede a recorrerla porque lo que vi a traves de la ventanilla de un bondi local no me gusto para nada. De ahi me subi a un bondi de linea hasta la otra punta de la ciudad donde agarre un mini bus hasta las afueras de las murallas de Pingyao., ahi regate un rickshaw por 5 yuans hasta la puerta del hostal.



Llegue a las dos de la tarde, hice el check in, me compre un par de birras y me quede casi toda la tarde en el balconcito del hostal que daba a la calle escribiendo y leyendo un poco, o mirando a la gente pasar y a los ninos jugar en la misma calle al badmington. A la noche cene en un barcito y despues me fui a dormir.


Pingyao es otro de los pueblitos romanticos que queda de camino a X’ian,, y es una parada obligada para los que quieren un poco de paz y tranquilidad luego de visitar algunas de las grandes urbes de la region. La ciudad antigua se encuentra enteramente rodeada por una muralla en perfectas condiciones donde se estira a lo largo de 6,8 kilometros que se pueden caminar en su totalidad. Desde arriba podes sacar muy buenas placas a los tejados de la ciudad y observar la vida cotidiana de los habitantes. En el trayecto unos pagodas cortan con la monotonia de la piedra y una serie de esculturas adornan el camino amurallado.

El pueblo es el sano rejunte de hotelitos muy pintorescos, todos adornados con grandes lamparas coloradas, caracteres chinos y mesitas en las terrazas que dan a la calle y tiendas de souvenir. Es un pueblo preparado para el turismo local, donde la gente se amontona para sacarse fotos frente a los templos o mirar con curiosidad a los pocos extranjeros que caminan por la calle. El resto del pueblo lo conforma el balance ideal entre callecitas cubiertas de polvo que se pierden frente a grandes portones de piedra y restaurants ofreciendo las delicias regionales donde sobresalen los wantones, el bife de Pingyao y cualquier tipo de plato que proponga cerdo.



Salirse de la calles principales es lo mejor que uno puede hacer, ahi dentro te cruzas con un monton de gente viviendo el dia a dia sea dentro de sus patios, las mujeres cocinando o los hombres arreglando una bicicleta. Las casas mas modestas se pierden entre pilas de madera y canos de acero, pero las mas osadas ostentan una serie de tres o cuatro patios internos en perfectas condiciones y conectados por una serie de tipicos arcos chinos.


Si sacas el ticket que te dura dos dias y cuesta 120Y (60 para estudiantes) te permite recorrer todos los atractivos turisticos desparramados por el pueblo: templos que en su mayoria son Taoistas, las casas que solian ser habitadas por la aristocracia local mas el giro kilometrico por la muralla. El ticket te da la chance de tomartelo todo muy tranquilo, no tenes que andar corriendo de un lado para el otro, al contrario, podes parar para comer algo, tomar una birra en la calle o por solo dos euros disfrutar durante cuarenta minutos de unos masajes en los pies. C'est la vie...


A Pingyao la disfrute muy tranquilo durante tres dias. X'ian me estaba esperando doblando la esquina. Proxima etapa.

1 comment:

Anonymous said...

ahhh!!!!! que placer leerte y ver tus fotos... increibles esas caras!!
donde están los chinos malhumorados? estos no están en los juegos y todos están sonrientes, serenos, calmos... desde los viejos hasta los más chicos....me encanta!
que bueno que te tomes tus tiempos de relax.. esto no tiene que ser un atolladero de vivir situaciones y ver lugares a mil...
que envidia tu masaje en los pies... buenisimo!!!!! y seguro te hace falta caminando siempre con ojotas....
sos genial! te amo! cuidate mucho y seguí llenándome la vida con tus imagenes y relatos..
mami!!!!!! mil besos para vos!! ( x q los besos de una madre nunca son demasiados!! jajajaja!!!)