23.9.08

Hoi An

Todo lo que me nego Nha Trang, Hoi An me lo sirvio en bandeja.



Llegue a Hoi An luego de un viaje nocturno de diez horas desde Nha Trang. El viaje se hizo bastante duro y a la medianoche paramos para cenar algo con otros cuatro buses que tambien iban para el mismo lado. Por solo 28 dolares uno puede sacar un ticket abierto que te permite recorrer el pais entero y bajarte en donde quieras.


El bus me dejo a un par de cuadras del hostal que habia reservado por la Net, pero este era impresentable asi que termine agarrando la mochila y a solo diez metros encontre un hotel espectacular por seis euros la noche, single, tv y aire.


Dormi una siesta hasta el mediodia y como el dia estaba mas o menos lindo camine los cinco kilometros hasta la playa en las afueras de la ciudad. Despues de esos nefastos dias en Nha Trang poner los pies sobre la arena fue un placer. La playa se abria inmensa y era imposible ver a donde terminaba, una hilera de palmeras recorria toda la costa. Me quede hasta las cinco tomando un poco de sol y banandome en las verdes y templadas aguas del Mar de China. Tome una birra y lei un rato en el parador, volvi en moto taxi al centro, tome una ducha, cene en un resto y me fui a dormir.


Como la habitacion del hotel tenia frigo la noche anterior habia comprador un pack de chocolotadas para desayunar y un kilo de manzanas y bananas. Hasta la hora del almuerzo estaba servido.



Hoi An es una de las ciudades apadrinada por la Unesco, clasificada como herencia mundial. Dicho eso, las casas del casco antiguo estan perfectamente conversadas y la gente no puede hacer arreglos por afuera de ellas. Hacia adentro pueden hacer lo que se les de la gana. El casco antiguo lo forma cinco o seis calles que corren paralelamente a un rio que divide la ciudad en dos. Las casas de dos o tres pisos estan aduenadas por tiendas de souvenir, galerias de arte y restos un poco mas caros que el resto. La experiencia no es de la mas autenticas por la gran cantidad de turistas que caminan por ahi, pero de todas maneras es muy pintoresco y la gran cantidad de locales que viven ahi lo hace verdaderamente interesante. Se destaca un Puente antiguo Japones y del otro lado de este puente se puede ver la parte mejor conservada y tambien visitar algunas de estas casas antiguas de madera.




La ciudad no tiene muchas atracciones mas alla de la que uno puede hacer en las afueras visitando algunos templos como el de My Son. Pero tiene el aditivo especial de la playa y si bien esta lejos caminando en una bici llegas en quince minutos pedaleando a buen ritmo. Desde que empece esta travesia por Asia nunca habia alquilado una. En China me limite a caminar de una punta a la otra, y en definitiva eso es lo que queria hacer. Arriba de una bici corria el riesgo de perderme alguna buena foto. Aparte soy de los que tienen siempre la camara prendida y enroscada al brazo. Tener que bajarme de la bici, asegurarla, y sacar la camara de la mochila me limitaba a fotografiar ese instante que creia relevante.


Pero en Hoi An alquile una todos los dias. Si bien no la use todo el tiempo me sirvio para ir todas las mananas a la playa, despues a almorzar y dormir una siesta en el hotel. A la tarde me llevo al rio a tomar unos vasos de cerveza tirada y explorar un poco mas la region. Por ende no saque muchas fotos pero una tarde la deje en el hotel y me dedique a caminar la ciudad camara en mano. Tener la bici implicaba una comodidad que no haba tenido y esa libertad de movimiento me gusto mucho.



Las calles de Hoi An tambien estan dominadas por motos, si bien la cantidad es mucho menor a las que habia en Saigon, el numero es proporcional a sus habitantes. El trafico en si es mucho mas tranquilo y por esa razon hay un monton de guiris subidos a una moto.


Los dias que pase por ahi fueron bastante extranos, a veces no me daba cuenta de lo rapido que pasaban y otras parecia que no se terminaba mas, sobre todo cuando llovia y me veia encerrado en un café tomando una limonada o en la habitacion del hotel mirando alguna pelicula. Las mananas amanecian soleadas pero apenas pasar el mediodia el cielo se empezaba a cubrir de nubes para descargar a las tres o cuatro de la tarde.


De noche los barcos navegan iluminados por unas velas coloradas dentro de unas mazetas de papel que llevan sus tripulantes. Esa imagen crea uno de los atractivos mas interesantes de la ciudad. El rio en perfecta calma y contaminado solo por algunos barquitos de colores y pequenas canoas. La tranquilidad sobre el rio solo es interrumpida por los gritos de los turistas y el constante pasar de grupos de pibes dandole al tambor disfrazados de dragones y revoloteando por casi todo bar donde un guiri este cenando. El sequito que los sigue fielmente y casi en trance, saltando de un lado al otro y moviendo el cuerpo de manera epileptica se encarga de juntar unos mangos.


Hoi An me hospedo durante siete dias. Durante las primeras horas del dia disfrute de la playa donde gracias al tiempo que fue mejorando paulativamente la banderas rojas sobre la arena fueron transformandose en amarillas y eventualmente en blancas. A la hora del almuerzo me sentaba a tomar una limonada y comer un sandwich o ensalada, las horas de la tarde dependieron siempre de mi estado de animo, algunos dias me quede durmiendo una siesta en el hotel o salia a caminar o en bici sin direccion alguna, atravesando puentes y pueblitos perdidos entre los fertiles valles laburados por campesinos vistiendo esos tipicos sombreros abiertos. Los atardeceros me encontraron siempre en mi café elegido tomando dos o tres porrones y anotando en la Mole o leyendo el libro de turno. A la noche cene tranquilo siempre en un lugar distinto o en los puestos callejeros probando las especialidades de la ciudad, despues agotado volvia al hotel a ver una peli y apoliyar.


Hoi An siguio al pie de la letra mi travesia por Vietnam: no saber que esperar de este pais y no tener idea por donde seguir rumbo. Lo unico que se es que tengo que seguir subiendo hasta llegar a Hanoi. Esta ciudad me la recomendo un Aleman en Saigon compartiendo unas birras. Hasta el siete de Octubre que me junto con Vero en Thai tengo tiempo de sobra para recorrer lo que me quede de Vietnam, y luego Laos y Camboya. Necesitaba de un tiempo para mi solo en la playa y Hoi An fue el lugar perfecto. Recargue pilas con la energia del sol, anduve mucho en bici y comi bastante sano en general.


Manana salgo para Hue, a cuatro horas y otro lugar que no tengo idea por que voy. A ver que es lo que pasa.



1 comment:

vero mariani said...

Muy buena la foto de las sandalias en la puerta pendejo!!! Estoy tan orgullo de mi pequeño hermanito rulitossss jajajajaja!
Besos!