Deje Chengdu a la tardecita y atras una ciudad que me cobijo durante cuatro noches donde me encontre muy a gusto. Esta vez el tren que me llevaria durante veinte horas me sorprendio de la mejor manera: muy limpio, con aire acondicionado y unos companeros de viaje muy curiosos que gracias al ingles basico de una chinita y mi phrasebook pudimos entablar un poco de comunicacion. Esta vez el menu para el viaje consistio de un paquete de semillas de girasol, una banana y durazno, y un paquete de galletitas de chocolate que devore en cinco minutos. Llegamos a Kunmin a las once de la manana y desde la estacion camine unos cinco minutos hasta la estacion de buses para tomar el primero que saliera a Dali, proxima etapa.
El bus me dejo en cinco horas en las afueras de la ciudad amurallada de Dali, sin antes haber pasado por un camino montanoso plagado de campos de arroz y un riacho colorado que se escurria entre los pueblos de montana. Cuando baje fue solo cuestion de buscar el hostal que habia reservado la noche anterior preguntadole a la gente como llegar.
Por solo 25Y la noche me acomodaron en una habitacion privada en suit, aircon y television. El hostal esta manejado por Dave, un expat aussie y gran jugador de pool, con la ayuda de su mujer tailandesa. El lugar estaba impecable y como en la gran mayoria de los hostales en ChinaPara contaba con una gran barra y una cocina ofreciendo un menu occidental y el otro local. los que necesitan un descanso en el estomago despues de comer tanto chino una ensalada de tomate, atun y lechuga viene barbaro.
Dali es una de las ciudades de la region de Yunnan que pelea por ser de las mas populares junto a la muy recomendada por la Lonely Planet Lijiang, pero como yo soy un Rough Guide Traveller me decidi por Dali y mal no me fue.
Desde que me baje del bus con la mochila a cuestas buscando el hostal me di cuenta de la vibra especial que genera esta pequena ciudad.
El centro historico no cuenta con mas de cuatro kilometros cuadrados donde Chinos, expatriados y turistas de todas partes buscan un lugar donde relajar los pies y la cabeza despues de las freneticas capitales provinciales. Gracias a una notoria influencia de expatriados las calles principales abundan con cafes y restos hippificados que sirven comida local y occidental donde sus oscuros interiores tapizados con posters de Marley y cuanta otra parafernalia rastafari te impregnan con el olor del hachis local, el tabaco y humeantes tazas de café que se sirve negro y sin azucar.
Cursos de idioma y cocina, tiendas de souvenir, farmacias de medicina tradicional, y casas de adobe donde ofrecen una gran gama de masajes a muy bajo costo tambien se pelean por la atencion general de la gente. El masaje de cuerpo entero por solo cuatro euros es una ganga y despues de haber caminado durante todo el dia te deja como nuevo. Los restos Chinos y Tibetanos exponen sus alimentos frescos sobre las veredas, los peces se mueven dentro de grandes containers llenos de agua fresca y uno solo tiene que indicar con el dedo cual quiere comer y ellos te lo cocinan en veinte minutos.
Otro de los atractivos de la city es la poblacion indigena local, conocidos como los Bai, una de las minorias etnicas de un pais dominado en un 95% por la raza Han, la que todos conocemos. Los Bai superan ampliamente al resto y los ves participando en todo momento. Llevan atuendos tipicos muy coloridos y hablan con un acento muy dulce entonando largamente la ultima silaba de cada palabra. Lamentablemente las mujeres que son las que llevan los atuendos mas curiosos no se dejan fotografiar. Algunas de estas viejitas te persiguen por toda la ciudad ofreciendote de la maria local al suspiro de “Ganja?” o “Smoke?” que despues venden por detras de una de las tiendas de souvenir.
Al final me quede muy tranquilo en la ciudad durante cuatro dias, dos dias mas de lo planeado y me fui solo porque la Visa me estaba corriendo para Hong Kong. Camine mucho, comi muchas ensaladas y platos vegetarianos para acomodar un poco la panza, lei y escribi y me senti muy a gusto en general. A la noche nos instalamos en la mesa de pool con la gente del hostal y si bien perdi casi todos los partidos que jugue eso no parecio molestarme, sin lugar a dudas Dali me transporto toda su magia. Tambien me vi un par de partidos de la seleccion pero lamentablemente no habia un brasileno para gastarlo.
Deje Dali al mediodia y en un bus que se me hizo eterno sali dispararando para Kunming, capital de la provincia de Yunnan donde al dia siguiente tome el expreso hasta Guangzhou, frontera con Hong Kong.
No comments:
Post a Comment